No hace mucho me preguntaron hasta donde quería llegar en lo profesional. No tuve que pensar demasiado para decidir que lo que realmente quería era poder influenciar en la gente que me rodea, poder inspirar a otros profesionales con mis ideas, ocurrencias u opiniones.
Yo tengo la suerte de estar rodeado de gente inspiradora. En serio.
A diario interactúo de una forma u otra con mucha gente que me inspira y me hace pensar las cosas o darles un enfoque diferente. Sin ir más lejos: mis compañeros de ICEP, que son todo un ejemplo de profesionalidad; mi amigo David Pino, que todo aquel que lo conozca sabrá que cada vez que abre la boca "sube el pan"; mi socio José, para el cual no tengo palabras; o mi Sensei José Cáceres y como hace con total honradez y entrega desinteresada todo lo que se propone.
Hace poco descubrí la historia de Salman Kahn (si, a través de otra persona que me inspira muy mucho) y me quedé completamente alucinado con lo que ha conseguido y cómo lo ha conseguido.
Éste hombre es realmente único, ya que aproximadamente unos cuatro millones de alumnos asisten con asiduidad a sus clases gratuitas a través de Internet.
Este muchacho es matemático, pero sus lecciones abarcan cerca de 40 áreas de conocimiento diferentes. Con 35 años dejó su puesto de analista de riesgos para crear la Academia Khan (www.khanacademy.org). A estas alturas ha colgado más de 3000 vídeos en la red. Como suele ocurrir, el primero fué, por una razón "fortuita", en Youtube para ayudar a una prima suya que tenía problemas con las matemáticas.
Hoy en día sus videolecciones acumulan 140 millones de visitas, lo cual ha llamado la atención de unos cuantos, con lo que ha conseguido un apoyo de 1,5 millones de dólares, con los que ha traducido sus lecciones a diez idiomas. Un crack.
"Sueño alto. Quiero hacer de la escuela un lugar divertido y eficaz". No sé vosotros, pero para mi merece todo el respeto y admiración. Que un profesional de la enseñanza tenga este objetivo debería ser asignatura obligatoria en cualquier carrera universitaria que acabe orientada a la enseñanza o formación.
¿Quien no ha sufrido a maestros y profesores durante sus años mozos, los cuales eran incapaces de hacerte sentir el más mínimo interés por su materia? Ojo, no digo que todo fueran así, ni mucho menos. Tengo gratos recuerdos de algunos de mis maestros y profesores, gente que confió en mí, que supo hacerme sentir interés por materias diversas o que transmitía su pasión por lo que hacía. Gente inspiradora.
Su último paso va un poco más allá. Quiere trasladar su tarea a las aulas. Algunas escuela de California llevan meses usando a Khan como parte del programa de estudios: los alumnos ven los vídeos en casa y aprovechan el horario escolar para resolver dudas, ampliar el tema o desarrollar proyectos que estimulen su capacidad creativa.
Yo soy un profesional de la formación a distancia que siempre está buscando nuevas formas de transmitir el conocimiento de forma divertida, amena o útil. Pero no me ciega la tecnología, pese a que viva de ella. Tengo muy claro que el contenido es lo importante, la tecnología es el medio. Me conformaría con poder ayudar a la gente a aprender, a aprehender y a emprender en su captación de conocimientos
Si el señor Khan ha conseguido captar la atención del alumnado es porque sus lecciones son buenas. Es porque es un gran comunicador, no es porque el medio usado sea espectacular, o súper interactivo de la muerte.
Me atrevo a afirmar, sin lugar a dudas que en muchísimas ocasiones he conocido a gente con mucho potencial que no ha sido capaz de desarrollar sus posibilidades porque la persona o personas encargadas de su educación y formación no han sido capaces de hacer aflorar lo mejor que había en ellos.
Por esto mi inspira tremendamente el proyecto de mis amigos que hacen Coaching Familiar-Educacional (más gente inspiradora, soy un tío afortunado). El objetivo de éste proyecto -del que pronto tendréis noticias- es facilitar las herramientas para mejorar: la auto-observación, las relaciones personales, la responsabilidad social, la flexibilidad, independencia, asertividad, tolerancia al estrés, actualización, la felicidad... en el ámbito del sistema educativo actual y, por supuesto, en las familias.
Estamos rodeados de gente inspiradora. Sólo tienes que parar de vez en cuando, levantar la cabezota y echar un vistazo a cómo hacen las cosas los demás. Puede que te sorprendan, o puede que tú los sorprendas a ellos, ¿quién sabe? En cualquier caso hasta que no pruebas a sumar uno y uno, no te das cuenta que (en realidad) son tres. ¿has visto ya los vídeos de Khan?, ¿conoces los trabajos de Juan Medina?, ¿sabes quien es Walter Lewin?, ¿has leído a Sir Ken Robinson?, ¿conoces la maravillosa historia de Randy Pausch...?
¿No? Pues entonces, a lo mejor, deberías ver menos la televisión.
Gracias Javier por un artículo que inspira e "instiga" a seguir evolucionando y conociendo... Últimamente a mi alrededor encuentro este tema es recurrente, la falta de buenos docentes, cuando creo que existen los medios.
ResponderEliminarGracias a tí por leerme, querido amigo. Como habitualmente, te doy la razón, medios sobran, buenos docentes, no tanto.
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